miércoles, 9 de noviembre de 2011

Soy tan dulce como una nube


Me encantan las chuches pero la que más... las nubes. En los cumples mi hija siempre me las guarda. Hoy he descubierto que se vende una crema de nubes (blanca o de fresa) en tarros cerrados como la nocilla.  Me he visualizado con un tarro de esos y una cucharita y como mi sentido de la culpabilidad calórico me ha cortado el rollito placentero me he dedicado a buscar algo de lo que echar mano si algún día consigo tener entre las mismas el dichoso tarrito.

Hay investigaciones que demuestran que el consumo de alimentos dulces no está relacionado con el peso corporal (¡bien!).



Siempre se ha dicho que el consumo prolongado de azucares produce comportamientos violentos o hiperactividad. Falso. Investigaciones varias han demostrado lo contrario.

La doctora Bonnie Spring de la escuela de medicina de Chicago ha demostrado que los hidratos de carbono simples (azucar y dulces) ayudan a disminuir la ansiedad y la tensión ya que estos permiten una mayor entrada al cerebro de triptofano, el cual produce serotonina (un calmante natural)( que maja la Dra. Spring).

Se deben consumir solos si queremos que tengan este efecto, ya que mezclados su acción se ve retardada ( pero cuidado, sin pasarse con la cantidad ya que los azucares provocan la sensación de querer más y más, es lo que tiene, coges una y no paras...).

En el Instituto Tecnológico de Massachusetts Judith Wurtman ha demostrado que mujeres con el sindrome premenstrual se recuperan antes si consumen pan, dulces y chocolate (¡yujuuuu!).

El American Journal of clinical Nutrition publicó un artículo en el que se demostró que si le prohibes a los niños algún alimento incrementas las ganas de consumirlo (hay que caer en la tentación de vez en cuando).

La Universidad de Rochester divulgó un artículo en el que decía que el colorante azul que se utiliza en los M&M´s tiene propiedades que reducen los daños derivados de una lesión de columna vertebral.

El D. Robinson, profesor de psicología de la universidad de Fargo dice que existe una relación real entre el gusto por lo dulce y la conducta prosocial, es decir que si a las personas serviciales y amistosas se las considera "dulces" no es por casualidad que le encanten los mismos (sin comentarios).

Tanto Médico debe tener algo de razón y yo no soy quien para ponerlo en duda así que en el próximo cumple al que inviten a los niños con alegría me lanzo a la tarta de chuches y si por casualidad veis alguno de estos botes....


(solo cuestan 3,60)....sin ningún tipo de pudor podéis pasaros por la AMPA con un par de cucharitas y podemos hablar de los niños tan guapos que tenemos..........

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